Estamos acostumbrados a vivir con una serie de creencias populares tan extendidas que, inconscientemente, forman parte de nuestra vida. Todos hemos escuchado que solo utilizamos el 10% de nuestro cerebro, que la memoria de los peces dorados dura solo unos segundos o que un año de perro equivale a siete años de humano, sin tener ningún tipo de base científica detrás que lo respalde.
El mundo de la cocina no se escapa de estas falsas creencias que nos llevan a dar un uso incorrecto de las materias primas a la hora de cocinar.
MEATER, la empresa líder en la comercialización de termómetros de cocina inteligentes, e inalámbricos, desmiente 5 mitos en la cocina y nos da las claves para cocinar carne de forma adecuada y segura.
1. Hay que lavar el pollo antes de cocinarlo
Aunque lo habitual es que lavemos nuestras frutas y verduras antes del cocinado, se ha extendido la falsa creencia de que también debemos lavar el pollo para evitar contraer Salmonella. Sin embargo, al poner el pollo debajo del grifo sucede todo lo contrario, y es que se ha demostrado lo peligrosa que puede ser esta técnica para nuestra salud.
El pollo contiene una serie de microorganismos (se eliminan con el calor de la cocción) que se pueden esparcir por la cocina y por las manos de quien lo prepara a través del agua, pudiendo ocasionar infecciones. De hecho, es recomendable lavarse bien las manos después de manipular este alimento
2. Marinar ablanda la carne
La técnica del marinado, es decir, sumergir los alimentos en una mezcla líquida sazonada o adobo durante un tiempo determinado, puede resultar muy útil para proporcionar un sabor más intenso a nuestras elaboraciones.
Es cierto que los ingredientes ácidos típicos para un marinado, como el vinagre o los cítricos, transforman las proteínas de la carne, pudiendo suavizar la superficie de esta. Sin embargo, la gran mayoría de marinados no penetran en la carne más allá de su parte externa, por lo que esta técnica es excelente para añadir sabor a tu carne, pero no para ablandarla.
3. Hay que voltear la carne solo una vez
Pese a la creencia popular de que al cocinar un filete es mejor voltearlo lo menos posible, lo cierto es que cuantas más vueltas le demos, su corteza quedará más uniforme y su sabor aumentará.
Si bien la cocina no es una ciencia exacta, es recomendable voltear los cortes de carne al menos dos veces en la plancha o la parrilla para que se cocinen por toda la superficie por igual y para que adquieran así un sabor más potente.
4. La carne poco hecha no es saludable
El debate sobre cuál es el mejor punto para la carne va mucho más allá de ser una cuestión de gustos. No obstante, la ciencia mantiene que cocinar mucho la carne, aún más si es a alta temperatura, es perjudicial para la salud, ya que, a mayor cocción, mayor oxidación tendrá la carne y, por tanto, menos propiedades conservará tras el cocinado.
El mejor indicativo para saber si tu carne está más o menos hecha no es el color (el característico líquido rosado que aparece en el centro de una pieza de carne no es sangre, sino mioglobina), sino la temperatura. Con un termómetro de cocina podemos medir de manera exacta el punto perfecto para una buena cocción: unos 75ºC para el pollo y unos 65ºC para la carne.
5. Sellar la carne mantiene sus jugos
El marcado de la carne es una técnica ideal para potenciar su sabor, ya que se produce una costra crujiente con un matiz dulce que crea un contraste de sabores. Pese a ello, este proceso provoca que la pieza de carne pierda humedad, por lo que queda menos jugosa y más seca en su interior.
Del mismo modo, tampoco es buena idea pinchar la carne con un tenedor para comprobar si se está haciendo, ya que, de esta manera, harías que expulse sus jugos y se quede más seca por dentro.
Joseph Cruz, CEO de MEATER, afirma que “la tecnología es un aliado realmente útil en la cocina ya que, entre otras cosas, permite aplicar información precisa y valiosa a la hora de preparar nuestros alimentos, ayudando a desterrar mitos que pueden ser contraproducentes e incluso peligrosos”.