











Mientras la noche sigue en pausa, la vida ha de seguir. Echamos de menos los bares de siempre, pero a golpe de ingenio nos adaptamos a una realidad en la que el ocio y el entretenimiento han de ser reinventados, al menos de momento. El hogar se vuelve temporalmente el escenario y punto de encuentro, sustituyendo al bar en nuestros planes y ofreciendo un ecosistema seguro para compartir momentos con tus amigos más cercanos, en torno a una buena conversación, disfrutando de unas risas y por supuesto, de tu bebida…