El estudio de diseño y dirección creativa Clase y la bodega l’Olivera han presentado el nuevo proyecto de Vinyes de Barcelona, que comprende tanto la parte de identidad corporativa de la marca, como la vinícola, con la incorporación de un nuevo perfil de vino.
El vino de Vinyes de Barcelona es el único que se produce en la ciudad de Barcelona, concretamente en la Masía Can Calopa de Dalt, en la vertiente occidental de la Sierra de Collserola.
Es allí donde se cultiva la viña y se elabora el vino en una pequeña bodega rehabilitado gestionado por L’Olivera Cooperativa desde 2010. En 2001, el Ajuntamento de Barcelona inició el proyecto para producir vinos institucionales de identidad mediterránea para representar la ciudad. Es desde ese momento inicial, cuando Clase asume la creación de la identidad de los vinos, con las reconocidas etiquetas «B» a cargo de artistas catalanes. Cinco años más tarde, en 2006, Clase propuso redefinir el concepto hacia un proyecto de recuperación del patrimonio natural de Barcelona en el antiguo cultivo de la vid en la Masía de Can Calopa. Fue entonces cuando planteó hacerse cargo de la gestión a L’Olivera, que finalmente entró en el proyecto en el año 2010.
Actualmente la cooperativa gestiona las 3 hectáreas de viñedo con un programa de inclusión social para 20 jóvenes con necesidades especiales (en riesgo de exclusión y / o con discapacidad), que viven y trabajan en la finca y que participan en todo el proceso de producción: en el cultivo y mantenimiento de la viña y también en la elaboración en la bodega.
El nuevo vino
Vinyes de Barcelona es un coupage de dos variedades mediterráneas, Syrah y Garnacha negra. La añada 2016 de este vino llega ahora al mercado con un perfil renovado y fresco, manteniendo la agilidad y la acidez de un joven y la complejidad de un año en barrica de roble. Recolectada a mano y fermentando cada variedad por separado con un délestage diario por syrah, y pigeage dos veces al día en el caso de la garnacha hasta media fermentación, arranca la fermentación maloláctica y pasado el invierno, el vino hace la crianza en barricas de roble francés seminuevas durante 12 meses. Rojo rubí intenso con tonos violáceos, la nueva añada de Vinyes de Barcelona destaca en nariz por su intensidad aromática, con notas de cereza madura sobre un fondo de balsámicos y especiados.
En boca es un vino envolvente, sedoso y con un tanino fino y marcado. Entrada en boca golosa y equilibrada. Encontramos el equilibrio entre la fruta, la frescura propia del terruño y notas de evolución en el paso del tiempo. Es ideal para acompañar todo tipo de carnes y quesos. La especialidad: cordero al horno con verduras. Una nueva etapa que inicia también un nuevo concepto de imagen, una identidad más contemporánea ligada al relato de este vino, resultado de la dirección de arte y del trabajo de re-branding del estudio de diseño barcelonés Clase.
